Para nadie es un secreto que estamos viviendo tiempos difíciles y muy diferentes. Es de las pocas veces que todos juntos como humanidad nos une un misma situación. Una eventualidad que nos ha unido, nos ha hecho valorar la vida, el tiempo, la familia y las pequeñas cosas que comprenden nuestro mundo.
Y en este cambio de vida, uno de los sectores que más ha tenido que transformarse es el laboral. Ahora, por ejemplo, nuestras salas de reunión son virtuales, nuestra oficina es la sala de la casa, y las pausas para ir a tomar café se convirtieron en ir a hacer el almuerzo, si es que alcanza el tiempo.
Pero no todo es malo, también ha significado un cambio positivo en diversas áreas. Veamos qué consecuencias positivas han impactado el ámbito profesional y laboral:
- Teletrabajo: La gran mayoría de sectores enviaron a sus empleados a trabajar desde casa, convirtiéndose en todo un reto tanto para los empleados como para los empleadores. Algunos expertos afirman que trabajando en casa se consiguen niveles de productividad y de rendimiento superiores a los que se podrían alcanzar en una oficina, ¡y estos meses parece que lo confirman!
- Confianza en los trabajadores: Con el home-office las empresas han tenido que aprender a confiar a ciegas en sus trabajadores y darse cuenta que su rendimiento es el mismo, o incluso, mucho más alto.
- Se le da más valor a las soft skills: Y no son precisamente las competencias técnicas sino las habilidades blandas que nos diferencian como profesionales dentro de una organización.
- Tener tiempo: Esta situación nos ha obligado a estar en casas por muchos días y entre la oficina y los quehaceres del hogar hay tiempo para reflexionar, conocernos a nosotros mismos y tener calidad de tiempo con nuestras familias.
Podríamos seguir enumerando las cosas positivas que esta situación nos ha dejado.
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